Cuando eres tú la que tiene depresión posparto
Por Irene BLASCO AGUASCA
Instituto Shen Dao – Acupuntura Barcelona
Como madre y terapeuta que trabaja en temas de fertilidad, me resulta imprescindible hacer un buen seguimiento del posparto en las pacientes que se visitan en Shen Dao.
Siempre había escuchado, de lejos y sin darle mucha importancia, eso llamado “depresión posparto”.
Antes de mi maternidad no sólo no calaba en mí el mensaje, sino que, además, me parecía algo imposible de entender. Antes de ser madre, la dificultad de comprenderlo radicaba, en primer lugar, en sentirme muy lejana a todas esas madres que paseaban por la calle; estaba yo en otro momento de mi vida.
Pero una vez he sido madre, he entendido que el mayor motivo de mi incomprensión era el de encontrarme con una maternidad idealizada.
¿Cómo iba a ser posible tener depresión posparto
cuando llega un bebé hermoso y deseado a tu vida?
Siempre se ofrece la imagen de la maternidad como algo idílico, como ese gran cambio en la vida de toda mujer que la colma de felicidad, que la lleva a la plenitud y a esos momentos supertiernos y maravillosos.
Es cierto que te encuentras con momentos increíbles que te inundan de un amor jamás antes experimentado. Pero también te ves afrontando emociones desconocidas que no sabes gestionar o que te llenan de miedo y de dudas. De ahí la importancia que todo el equipo de Instituto Shen Dao – Acupuntura Barcelona damos a mimar y acompañar a las nuevas madres en este camino.

Desde el punto de vista de la medicina tradicional china (MTC), una de las causas de la depresión posparto es la gran pérdida de sangre que acontece en el alumbramiento (ya sea un parto vaginal o por cesárea). Con el fin de resumir la teoría y hacerla comprensible, diré que cuando hay una gran pérdida de xue (sangre), el Hígado se bloquea y no puede trabajar bien. Normalmente eso también acaba afectando al Bazo, cuya función, entre muchas otras, es la de ayudar a generar una sangre de calidad. Al verse afectado, el Bazo tampoco puede trabajar al 100% para realizar sus cometidos. Cuando estos órganos en conjunto tienen estas deficiencias, el Corazón también sufre. A nivel anímico, las emociones que se disparan son la frustración (Hígado), la falta de alegría (Corazón) y la preocupación (Bazo).
Nos encontramos entonces con el caldo de cultivo perfecto para que se manifieste un estado depresivo tras el parto. A veces puede iniciarse a los pocos días de dar a luz. En otras ocasiones puede desencadenarse unos meses después, debido a que la recuperación no ha sido la deseada.
Como mujer y madre que ha pasado por este proceso de sentimientos ambivalentes en la maternidad, una se encuentra con emociones difíciles de explicar. Sentía una soledad tremenda en ese nuevo camino, ya que poca gente te habla con sinceridad del tema. En los momentos críticos, a veces y ya con mi hijo en los brazos, sentía que no estaba preparada para ser madre, que tal vez ser madre había sido un error, que estaba superada por la situación. A todo eso le añadía, luego, una gran carga de culpa por sentirme en ese bucle de tristes emociones en lugar de disfrutar del momento.
En muchas ocasiones me encontraba exhausta, le decía a mi pareja que yo sentía que una parte de esa tristeza tenía su origen en algo físico, algo que no dependía solo de intentar estar positiva y alegre. He aquí el claro ejemplo de la deficiencia de sangre en MTC y todas sus consecuencias.
Para superarlo y salir de ahí creo que hacen falta varias cosas.
En primer lugar, un buen apoyo emocional. Hay que verbalizarlo para no hacer una gran bola imposible de digerir. Tener el apoyo de un buen compañero y de la familia. Rodearte de otras madres con las que compartir experiencias y emociones también ayuda.
En segundo lugar, me resulta imprescindible nutrirse y cuidarse. Debido a la pérdida de sangre, te enfrentas a esta nueva etapa con un estado físico carenciado y, a la vez, lleno de cambios (que también requieren un aporte de energía extra). Por eso, es vital cuidar la alimentación para que sea equilibrada y aporte las demandas energéticas necesarias. Según la MTC, en casos de una insuficiencia de sangre también será crucial la toma de remedios y hierbas chinas que nutran más en profundidad. Tanto a mí como a mis pacientes nos han sido de gran ayuda los remedios de fitoterapia china.
Por último, es fundamental tener algún pequeño momento para una misma, disfrutar de tiempo solo para ti. En mi caso personal, ayudó bastante recuperar esa parte de mí que no era solo la de ser madre. Alejarme unos pequeños ratos de la burbuja de la maternidad me fue también sumamente beneficioso.
La maternidad implica un gran cambio de identidad
a nivel personal en distintos aspectos:
como pareja, amiga, amante, trabajadora, en tus aficiones
y en cómo gestionar tu tiempo, que ya no es solo tuyo.
La maternidad y sus cambios en el día a día no es algo que venga poco a poco para que te acostumbres paulatinamente. Pero para aquellas que hemos pasado por una depresión posparto, sabemos que al final solo es una cuestión de tiempo, de aceptación, de mimarse y descansar.
Para mí, la clave principal fue aceptar mi estado y asumir que no podía cambiarlo de un día para otro. Solo entonces fui capaz de expresar lo que sentía y empezar con los pequeños cambios que me ayudaron a mejorar muchísimo y, así, salir de la tristeza.

Tanto en esta situación como en muchas otras, a mis pacientes les explico que me resulta imprescindible “ser compasivo con nuestro lado oscuro”. Eso implica no rechazar ni ofrecer resistencias con las situaciones que nos plantea la vida.
En definitiva, el quid está en la paciencia, aceptación, nutrición y pedir ayuda cuando sintamos que lo necesitamos. Y, sobre todo, disfrutar al máximo de los momentos felices e incomparables que nos hacen saber que el sacrificio vale la pena, una y mil veces más, tal y como rezan los tópicos que hemos oído siempre.
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